Es conocido como el laboratorio de nuestro organismo, ya que filtra la sangre y ayuda a eliminar las sustancias químicas nocivas y bacterias, crea la bilis que descompone las grasas, almacena diferentes nutrientes esenciales (vitaminas, minerales y azúcares), metaboliza las grasas, proteínas e hidratos de carbono, es útil en la asimilación de vitaminas liposolubles y almacena sangre adicional que puede ser liberada cuando sea necesario.
Es fundamental y muy importante que evites aquellos tóxicos que perjudican gravemente la salud de nuestro hígado.
Los más importantes son las bebidas alcohólicas, el tabaco y medicamentos como el paracetamol o el acetaminofeno. Además, tampoco debemos olvidarnos de diferentes drogas, aguas contaminadas, productos tóxicos y aditivos alimentarios.
En el caso del hígado, el objetivo es disminuir su nivel de toxemia, lo que se consigue eliminando los tóxicos externos y ayudando a los diferentes órganos eliminadores a llevar a cabo su función de estimulación en la eliminación de toxinas.